Cuando un juego se transforma en un arma de seducción.
Pokemon Go es por excelencia el tema del momento. Los millennnians (personas nacidas entre 1980 y 2000) parecen haber encontrado el juego que los identifica y caminan por las calles de Buenos Aires (y el mundo) en la búsqueda de un nuevo pokemon.
El juego es sencillo y consta de usar diferentes herramientas para lograr que estos seres se les acerquen y poder capturarlos.
Un detalle, no menor, es que el juego indica cuando un participante utiliza un "cebo" para que los pokemones se acerquen a un determinado lugar y ahí está la clave del levante. Cuando cualquier otra persona jugando por esa zona, ve que hay un cebo, puede acercarse a intentar "robarle" los pokemones al jugador inicial. Claro está, que al llegar al lugar se encontrará con alguien que tendrá su teléfono en la mano y (muy probablemente) este jugando.
Habiendo planteado este escenario, es posible crear la hipótesis que estos "cebos" también pueden ser utilizados para atraer personas, conocer gente, hacer amigos y por qué no encontrar el amor.
Claro está, que los jugadores deben estar dispuestos a aprovechar el tema en común para generar un contacto y comenzar un diálogo face to face, empezando simplemente por charlar del simpático Picachu. ¿Habrá que descartar en un futuro que las nuevas parejas sean unidas por este juego?