Todos somos Candela

Hoy Candela no tiene apellido. Pudo haber sido parte de cualquiera de nuestras familias. Candela podría haber sido tu hija, tu hermana, tal vez podrías haber sido vos.
Hoy, un pais se pregunta por qué, qué pudo pasar para que el secuestro de una inocente niña tuviera este final y todos volvemos a reclamar justicia.

Carta a los amigos

Amigos míos:

A todos aquellos que comprendan que este día es marketinero pero no deja de ser una buena excusa para juntarnos y decirnos que nos queremos: Gracias.

A quienes me acompañan día a día, poniéndole el pecho a las balas, un hombro a las lágrimas, un abrazo al desconsuelo, una sonrisa a la vida y un fernet a los sábados: Gracias.

A los que les da pudor expresar sus sentimientos y los 20 de Julio se animan a decir “te quiero”, sepan que no hace falta decirlo porque de este lado se siente, pero es muy lindo escucharlo de tanto en tanto: Yo también los quiero.

A los que no veo tan seguido como quisiera, o casi no veo: Todo lo que vivimos hace que sepa que estamos juntos.

Son una parte importantísima de mi y como dice el refrán “la familia no se elige”, yo agrego que “los amigos sí” y en mi mundo, ustedes son mi verdadera familia. Vos, que estás leyendo esto y recordando alguna anécdota compartida, te deseo feliz día.

Un abrazo.

Naty

PD: Serán considerados verdaderos amigos aquellos que entienden que no tengo crédito en el celular para enviar/responder mensajitos. (Ja!)

El día que River jugó la promoción

Desesperación, desazón, nervios, amargura, miedo. Era lo que las caras de los jugadores de River e incluso la de su técnico trasmitían.
Un inocente penal cometido por Román y bien ejecutado por Mansanelli, hacía que Belgrano obtuviera un triunfo parcial y hacía pensar a la familia de River que mantener la categoría no sería algo tan sencillo.
El Pirata cordobés salió a jugar, a merecer el ascenso, a atacar. River, salió a defenderse y jugar de contra. Durante los primeros 45 minutos los roles estaban invertidos: el equipo que defendía 110 años de historia de primera jugaba mal, caía en la desesperación y el equipo “chico” que peleó todo un torneo por un lugar en la promoción desplegaba juego.
En la segunda mitad, otro gol de Belgrano (Pereira) terminaba de golpear a los jugadores millonarios y también a sus hinchas que irrumpían en el campo de juego. Veinte minutos fueron los que se detuvo el partido por los violentos que ingresaron a amenazar a los representantes de sus colores. Operativo de seguridad mediante y garantías ofrecidas por la policía el partido continuó o, tal vez, comenzó uno nuevo. El nivel de juego del club de Nuñez mejoró, tuvo mayor manejo de pelota y alguna situación de gol, pero no le alcanzó.
Para el partido de vuelta, River sufrirá las bajas de Almeida, Román y Ferrari. Debe lograr por lo menos dos goles o ganar por una diferencia de dos en caso que Belgrano convierta. Un panorama oscuro para un club que, en mejores épocas, supo ganar todo.

Se nos pianta un lagrimón

¿Quién se hubiera imaginado que aquél loco que llegaba de Estudiantes con su raro pelo teñido sei iba a transformar en este titán que hoy admiramos?

Muchos hubieran apostado un auto contra una pila usada a que Palermo no iba a llegar hasta sus 37 años jugando en Boca, siendo ídolo, figura y goleador. Pero los años lo hicieron cada vez más fuerte, jugó cada vez con más ímpetu, empezó a querer la camiseta, a acariciar la gloria y a meterse en cada uno de los corazones xeneixes.

Martín, como cada uno de nosotros le dice, pasó a ser parte de esta familia y nos llena de orgullo. En lo personal, considero que cuando tenga la posibilidad de contarle a mis hijos que más allá de su torpeza con el balón en los pies, hacía goles como quería, de todos lados y que tenía como fuerte los cabezazos, voy a tener una extraña sensación mezcla de felicidad y melancolía. Obviamente que no voy a desmerecer ninguno de todos sus goles: un penal con los dos pies, un cabezazo de treinta y nueve metros de distancia, el famoso gol después de la lesión del cruzado anterior, el gol bajo la lluvia en las eliminatorias, el gol del mundial y los dos inolvidables en la intercontinental. No hace falta mencionar contra qué equipos fueron o quienes fueron los infortunados arqueros que pasarán a la historia por haberlos recibido, todos los hinchas lo recordamos perfectamente y este momento no es para ellos, es solamente para Martín.

Así que voy a resumir agradeciéndole al hombre que supo llevar la camiseta 9 de mi club haciéndonos felices durante tantos años por ser Martín, un verdadero titán y por hacernos emocionar en cada grito. Te vamos a extrañar.

Palpitando el clásico

Dicen que no quieren bombos ni banderas en la cancha de Boca. Parece ser que la peligrosidad de estos elementos sumado a la ineficiencia policial pueden ser de gran riesgo para los hinchas. ¿Quieren darles seguridad? Sería maravilloso que la policía esté capacitada, que realicen los controles como se deben y si no se quieren bengalas, que se limiten a retirarlas antes del ingreso al estadio.
¿Alguien puede concebir que esto realmente se vaya a cumplir? Seamos honestos: no va a pasar. Que no haya bombos ni banderas es obsoleto, es parte del color, del famoso folklore. Si lo que quieren es cuidar a la gente, podrían organizar un operativo policial como es debido y revisar a cada persona que ingrese en el estadio sin importar su apariencia, edad, género o pertenencia a grupos (lease barra bravas).
Como periodista, hincha del fútbol y fanática de Boca, pido a las autoridades coherencia en las medidas y a quienes acudan el domingo a la cancha responsabilidad en sus actos para que todos podamos disfrutarlo.
Yo voy a estar ahí, con el mismo amor por la camiseta de siempre, dispuesta a cantar, saltar y pasar un domingo en paz con la familia xeneixe y esperando que, a futuro, no sancionen al club por la presencia de bombos y banderas en las tribunas.

Todo por un polvo

Una pareja de policías mendocinos fue sancionada por tener relaciones sexuales dentro de un patrullero en horario de servicio.

Al parecer, los amantes furtivos salieron del recorrido habitual y cuando el 911 sintonizó su radio, siguió con el protocolo de seguridad por si estaban en peligro. Grande fue la sorpresa cuando al encender el retorno del comunicador, escucharon los gemidos de quienes estaban al servicio de la comunidad cumpliendo con la clásica fantasía del policía.

Ambos fueron sancionados y trasladados a otras dependencias de la policía provincial.

La tele que miramos

Los “realities shows” coparon la parada en la pantalla nacional. Con Gran Hermano a la cabeza, Soñando por bailar y Cuestión de peso los televidentes se reparten entre programas de temáticas similares.

El novato, Soñando por bailar, es una especie de Gran Hermano pero con gente que baila mientras que Cuestión de peso, intenta dar un mensaje positivo y evitar la obesidad, aun que no siempre elige las maneras más elegantes para demostrarlo.

Los televidentes tenemos la posibilidad de elegir qué ver y qué no, pero nos quejamos que la televisión es cada día peor y optamos por ver sólo lo que nos propone estar más relajados. Cualquiera de nosotros podría apagar el aparato y agarrar un libro o escuchar la radio pero esos formatos tienen algo que atrapa y se elige verlos. No está mal…