Para el hincha es el acontecimiento más importante del año. No importa si es invierno o verano, sienten que los amistosos entre ellos no existen. Cada vez que se sale a la cancha es para matar o morir. Quieren que sus jugadores transpiren la camiseta como si fuera la última vez y no les importan los medios que utilicen para lograr un triunfo.
Ese es un superclásico en la mente del fanático. No importa si se juega en Mar del Plata, Mendoza, La Quiaca o, como en este caso: en Chaco.
¿Qué hay en juego hoy? Nada más importante que el honor mismo. Boca, viene de salir campeón del torneo Apertura; River, viene peleando la punta del ascenso para regresar a primera. La teoría indicaría que es un simple partido de verano, pero hay mucho más.
Lo hinchas millonarios, viajaron a alentar a su equipo y a ver a las estrellas que incorporó, por otro lado, los xeneixes fueron sólo para poder cantarles a sus primos que “son de la B” y todas las canciones derivadas. Un verdadero momento histórico.
Ese es un superclásico en la mente del fanático. No importa si se juega en Mar del Plata, Mendoza, La Quiaca o, como en este caso: en Chaco.
¿Qué hay en juego hoy? Nada más importante que el honor mismo. Boca, viene de salir campeón del torneo Apertura; River, viene peleando la punta del ascenso para regresar a primera. La teoría indicaría que es un simple partido de verano, pero hay mucho más.
Lo hinchas millonarios, viajaron a alentar a su equipo y a ver a las estrellas que incorporó, por otro lado, los xeneixes fueron sólo para poder cantarles a sus primos que “son de la B” y todas las canciones derivadas. Un verdadero momento histórico.
