lunes, 19 de noviembre de 2007

La Renga corrió en el autódromo

La tarde de sábado el autódromo de la Ciudad de Buenos Aires se dejó crecer el flequillo y se puso zapatillas de lona para recibir a una de las mejores bandas del rock nacional (sino la mejor): La Renga.
En el Oscar Galvez, miles, miles y miles de personas enardecieron sólo con escuchar los primeros acordes de la guitara de Chizzo. No importaron los desperfectos técnicos (léase: los inadaptados de siempre trepados a las torres de sonido contribuyeron a los desperfectos) ni las intermitencias que estos ocasionaron en el show.
Hubo cantitos para Soda Stereo y hasta una frase de Chizzo "la soda no calmó la sed" pero lo más importante es que la tarde del sábado, el autódromo fumó porro e hizo de la caída del sol una verdadera fiesta a puro rock and roll.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Cuatro son multitud

Una vez más, la Bombonera se llenó de almas y cuerpos dispuestos, esta vez, no sólo a alentar sino que a putear. Sí, el ex técnico de Boca, Ricardo la Volpe, quien es recordado por todos los hinchas xeneixes recibió el glorioso cantito: "La Volpe, hijo de puta, la puta que te parió... La Volpe, hijo de puta, la puta que te parió".
Para los que dicen que los hinchas no tienen memoria, aquí está la fiel muestra que eso no es así, todos parecían recordar la final perdida ante Estudiantes de la Plata.
Por suerte, el equipo jugó bien y la tarde del domingo donde el baile sigió boca se "co... a los putos del fortín".
Palermo, en una tarde brillante, corrió, marcó, reuperó, hizo dos goles y hasta tiró una "patadita de burro" en una especie de vertical para llegar a la pelota. Increíble.
La tarde, que había comenzado con la bajada de dos banderas gigantes, culminó con un 4 a 0 contundente y mucha esperanza para el final del torneo.

Siguiente destino Arsenal.



En un futuro no muy lejano los pasajeros tendrán como destino a Tokio.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Juventud...divino tesoro...


¿Cuántas veces quisimos volver a nuestros años dorados? ¿Cuántas nos aferramos a cosas del pasado para sentirnos jovenes?
A veces la vida, por sí misma, nos trae cosas de aquellos tiempos... ¿Es bueno rememorar viejas épocas?
Cada persona lleva consigo un sin fin de experiencias, cada una de ellas, guarda sus mejores recuerdos.
Cuando los recuerdos comienzan a ser parte del presente y a entremezclarse con la realidad del hoy, hay que saber situar las cosas en su lugar.
El pasado, como parte de la historia individual, es bueno que tenga un lugar en el cajón de los recuerdos y mejor aún, si esos son de los lindos.