domingo, 11 de mayo de 2014

Será el final?

Juega bien, no lo discuto. Pero una institución es mas que un apellido. Me dio alegrías, no lo niego, aunque también me hizo enojar, sufrir y llorar tanto de tristeza como de emoción. Tuvimos una relación amor odio con él. Un amor casi perfecto mientras duro. Pero como todo amor, alguna vez, de alguna manera, se termina y no siento melancolía. Es un buen jugador cuando esta iluminado y con ganas de hacer lo que mejor le sale. Nos dio todo en 18 años, nos regaló lujos, tacos, sombreritos, caños inolvidables (como el de Yepes), goles de tiros libres de todos los colores, sabe cuidar a la pelota cubriéndola con su cuerpo como nadie y brindo por todo eso y los buenos momentos que compartimos.
Hoy, tal vez, haya sido el final de su camino en nuestra casa, en el jardín de la suya y está bien si así tiene que ser. De aquél pibito que debutó reemplazando a Maradona, al Román de hoy hubo una larga trayectoria y momentos que todos vamos a recordar hasta emocionarnos hasta las lágrimas. Pero a sus 36 años parece ser que el ciclo se cumplió, que la magia llegó a su fin, que el jardín donde jugaba de alguna forma dejará de pertenecerle y está bien que así sea. 
Gracias por tu magia, Román, nos diste todo lo que pudiste. Tal vez haya llegado el momento de decirlo: adiós.