viernes, 10 de octubre de 2008

De bichos y flores...


Muchos son los que fantasean con exóticas prácticas sexuales. Algunos organizan orgías, otros incorporan disfraces, juguetes, comidas y los más osados (o enfermos) incluyen animales.
¿Quién no ha escuchado algún relato de alguien que se untó en dulce de leche y se hizo felar por su mascota? (oración gráfica si las hay), pero este hombre se pasó de animal.
Muchas mujeres son las que anhelan que su hombre de compañía tenga la dotación de un burro, de ahí a llevarlo a la practica con un equino o siquiera pretenderlo es una exageración.
En esta oportunidad, el caso que conmueve Catamarca, es el de un hombre entre 40 y 50 años que dijo haber tenido relaciones con un burro y ahora debe ser operado por cuestiones obvias.
Con un poco de coherencia se debería decirle a este buen señor que no es factible que un burro se excite con un humano y que buscarlo como excusa para tapar otro tipo de prácticas no es muy loable. Pobre burrito.

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