Despues de muchas fechas sin sentir el calor de un gol, el abrazo fraternal entre hinchas, la alegría reinando en la tribuna, se volvió al trinfo.
La combinación explosiva, que hace tiempo había dejado de dinamitar, volvió a encontrar sus polos y estalló contra el último campeón del fútbol argentino.
Riquelme y Palermo, volvieron a ser las figuras, como en aquél viejo Boca: Dos emociones, dos golazos. El 10, la clavó en un ángulo mientras que, en el gol del triunfo, el 9 puso la cabeza en el lugar menos pensado y lo hizo para el récord.
38.9 mts por eso es tan grande MARTÍN que en la foto, festeja con sus hinchas.
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