Habitualmente a los chicos se les pregunta "¿y de grande qué querés ser?". Pregunta que en ese momento es bastante sencilla de contestar con cosas como "policía", "médico", o hasta "colectivero" (por qué no). Pero a medida que van creciendo, se dan cuenta de las incoherencias que podían contestar empiezan a preguntarse su verdadera "¿vocación?" .
Todos los problemas surgen cuando quieren tener ocupaciones extraordinarias o menos habituales como ser piloto de avión. ¿Cómo se le ocurre a una criatura ser piloto? No tengo la menor idea, lo que sí sé es que al intentar cumplir con su deseo, se dan cuenta que no era tan fácil como parecía.
Para concretarlo es un requisito indispensable tener una excelente vista, de tener no poseerla, los ya adolescentes, comenzarán a comprar avioncitos de adorno, a realizar maquetas de aeropuertos, y comprar madera balsa para crear ellos sus propios modelos ya que NUNCA podrán cumplir su sueño de volar.
Darse cuenta de las frustraciones es feo, es triste, es una verdadera pena, pero ces´t la vie.
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